Foo Fighters toca 'In the clear' durante su concierto en Bogotá el 31 de enero de 2015. |
Fue hace apenas un minuto. Yo,
con 14 años en el momento, estaba acompañando a mi mamá a una cita médica y
como era de esperarse moría de aburrimiento. Después de todo y como es
costumbre en los centros asistenciales, la única entretención posible era el
televisor en la sala de espera, que transmitía un canal de videos musicales. Hasta
entonces nunca me habían interesado y eso que me considero un loco amante de la
música. Sin embargo miré de reojo la pantalla y me encontré con algo que captó
mi atención por completo.
El escenario era muy sencillo:
piso blanco y un muro rojo. Al frente, un tipo barbudo con pelo largo y
tatuajes en los brazos tocaba su guitarra, desafiante. Acá hay que tener en
cuenta que crecí en una familia católica, y aunque no soy muy religioso que
digamos, la figura de Jesús había tenido un papel importante en mi formación. Por
eso al que veía en la pantalla era a ese, a Jesús, pero rockeando y
enfrentándose en compañía de su banda, otros tres peludos, a un equipo S.W.A.T.
de más de veinte.
A estas alturas los rockeros
más despiertos, o al menos los más actualizados, sabrán que me refiero al video
de The Pretender, de los Foo Fighters, y que al que veía no era a alguna
especie de Cristo resucitado, sino a Dave Grohl, el líder. Pero eso yo no lo
sabía en ese entonces. Todo lo que veía era a cuatro tipos ganándole a un
ejército a punta de música, ¡y qué música! Al final quedé tan emocionado con la
cosa que terminé anotando el nombre de la banda en un papelito, del que, por
cierto, me reí, pero tenía que escuchar todo lo que tuvieran.
Sin saberlo me había hecho fan
de una de las bandas de hard rock más importantes de la actualidad. También sin
saberlo, comencé a seguir a un cantante que hace todo lo que está en su poder
para que las nuevas generaciones le tomen cariño al rock, incluidos
documentales, apoyo a nuevas agrupaciones y hasta reencauche de las viejas. Así
llegaron cientos de bandas: pequeñas, grandes, legendarias, nuevas, viejas,
activas y hasta separadas, pero todo gracias a los Foo.
Siete años tuvieron que pasar
desde ese primer momento para por fin poder verlos en vivo, ¡y de qué manera!,
en mi propio país y acompañado de más de 40.000 almas, que corearon junto a mí
y junto a la banda, 20 años de éxitos comprimidos en tres horas de concierto.
Son muchas las cosas que me quedan de ese 31 de enero, como la fila que empecé
a hacer a las ocho de la mañana, para estar adelante, sabiendo que el concierto
iniciaba a las ocho de la noche.
Pero sin lugar a duda son tres
los momentos cumbre. El primero, la falla de sonido que hizo que todo el
público cantara ‘My Hero’, una de las más emotivas, a capella para que luego
Grohl nos regalara estas palabras: “ustedes tienen una voz maravillosa. Ahora
dejen que yo les cante, porque acaban de crear un momento hermoso, porque esta
noche es la última del tour y porque hemos hecho muchos shows en muchos países
diferentes, y nunca hemos tenido un problema como este. Pero estoy feliz de que
haya pasado acá porque ustedes cantan excelente”, dejando a todos los
asistentes al borde del llanto, yo incluido.
El segundo, el reto. “Cuando
canto esta canción, siempre le digo a la audiencia que si pueden responderme
cuando canto el coro, si lo hace en un volumen lo suficientemente alto,
entonces volveremos a Bogotá”, dijo Grohl mientras comenzaba a tocar una
versión acústica de ‘Wheels’, y la audiencia, emocionada cumplió. “Creo que
tendremos que volver”, fueron las palabras que siguieron al final de la
canción.
Pero es el tercer momento el
que más me llegó, seguramente fui el único al que le llegó. Grata fue la
sorpresa que me llevé cuando empezaron a tocar ‘In the clear’ y lo primero que
se ve es el rostro del cantante enmarcado en medio de una ventana, rodeado por
un patrón similar al de esos vitrales que sólo se ven en las iglesias. Yo ya no
tenía 21 años sino 14 y nuevamente veía a Jesús, pero entonces lo entendí, este
no vino a redimir a la humanidad, sino a un género que poco a poco ha sido
relegado y menospreciado por la industria. Dave Grohl es, sin lugar a duda, el
hombre que salvó al Rock and Roll.
No hay comentarios:
Publicar un comentario