miércoles, 13 de mayo de 2015

Sobre Relato de un náufrago

El marinero Velasco, foto de archivo de El Espectador.

1. Resumen

1.1 Personaje principal 
El protagonista es Luis Alejandro Velasco, de 20 años al momento de la historia, macizo y sorprendentemente bueno para narrar historias.

1.2. Causas reales del naufragio
Desde mi punto de vista son 3 las causas por las que el incidente sucede. En primer lugar hay que tener en cuenta que el oleaje en el caribe, inusual pero no tormentoso, según lo describe el propio Velasco no favoreció la navegación de esa mañana. Por otra parte está el sobrepeso causado por las neveras, radios, televisores y demás mercancía que llevaban los marineros desde Mobile, Estados Unidos, hasta Cartagena, en Colombia, dicha carga hizo aún más difícil el manejo del destructor. 
Además hay que tener en cuenta la irresponsabilidad de Velasco y sus compañeros, quienes acabado el último turno debían volver a los camarotes. El mismo protagonista lo reconoce, ninguno de ellos debía estar en la bahía de carga y de haber estado en el lugar que les correspondía, la historia jamás se habría dado.

1.3. ¿Por qué se oculta la tragedia?
Tal como en el punto anterior, existen varias razones por las que se evita contar lo que le sucedió a los ocho marineros del A.R.C. Caldas. Primero que todo, de avisar sobre el naufragio de Velasco y sus compañeros, tendrían que explicar por qué se dio el mismo en una nave que, paradójicamente, recién sale de reparaciones, es decir, un barco que no tiene motivos para tener accidentes.
Durante dicha explicación, de darse, se revelaría que se trata de una embarcación militar que trae mercancía extranjera para ingresar al país sin pagar impuestos, es decir, contrabando. ¿Qué se pensaría de una de las más importantes organizaciones estatales que rompe las reglas colombianas?, un escándalo inconveniente, sobre todo teniendo en cuenta que estaba prohibido transportar cualquier tipo de carga en un destructor.
Por otra parte, dejaría en duda la pericia del capitán para controlar la nave y de paso a su tripulación. La primera por no ser capaz de enfrentar un oleaje fuerte sin pérdidas y la segunda por permitir que sus soldados, que son los que están contrabandeando mercancía, rompan la ley.
Finalmente, el sobrepeso causado por el cargamento dificultó la maniobrabilidad del destructor, razón por la que no pudieron volver por los ocho caídos. Si hubieran lanzado al mar la carga y reducido el sobrepeso hubieran podido regresar, pero no lo hicieron. Acto que pone en tela de juicio las políticas de seguridad de la Naval colombiana.

2. ¿Desde que punto de vista es narrada?
El relato es narrado en primera persona por Luis Alfredo Velasco, protagonista de la historia, quien la cuenta de una forma lineal de principio a fin, sin ningún salto de tiempo importante a recuerdos o aspiraciones a futuro, lo que hace que el lector lleve el hilo de la historia con más facilidad.

3. ¿Por qué el autor toma esta perspectiva?
Se podría pensar que la intencionalidad de García Márquez al escribir Relato de un Náufrago desde la perspectiva de Luis Alejandro Velasco es lograr que el lector se adentre y se dé cuenta de lo real de una historia que, por la situación, fácilmente podría ser confundida con una novela o un cuento. El hecho de que sea el protagonista quien se la cuente al lector hace que sea más fácil apersonarse de la situación, sufrir y sentir con él.
La cuestión es que eso es sólo lo que se podría pensar si no se conoce la historia detrás de la historia. El hecho de que se use la figura de la primera persona tiene dos explicaciones, el primero, explicado en la introducción, es que fue necesario para que el lector creyera la historia, como ya se había dicho, pero ademas era lo justo, dadas las habilidades narrativas de Velasco. El segundo, que me parece más veraz, es que sólo fue “una determinación casual, pero certera para el reportaje” como el mismo García Márquez cuenta en sus memorias, ‘Vivir para contarla’. En ello ahonda Oscar Alarcón, amigo de Gabo, periodista y colaborador del diario El Espectador, donde el Nobel publicó la historia completa años antes de convertirla en libro.
En el artículo ‘Sesenta años de la tragedia del marinero Velasco’, Alarcón explica que cuando Velasco se recuperó de su travesía se dirigió a las oficinas de El Espectador para contar su historia. El director, don Guillermo Cano, le ordenaría a Gabo que se encargara de la historia luego de que este se negara a hacerlo por no ver ningún valor periodístico en un cuento que después de un mes y el manoseo del régimen dictatorial de Rojas Pinilla ya estaba refrito. Como al final se vio obligado a escribirlo, decidió no firmarlo, lo que lo obligaba a narrarlo en primera persona.

4. Episodio más dramático
Opino que el episodio más dramático en toda la historia es el de ‘¡Sólo tres metros!’, en el capítulo 3. Allí, recién caído del barco, Velasco ya está montado en la balsa que le salva la vida y debe decidir a cuál compañero va a ayudar primero. Desesperado y sin saber qué, los ve desaparecer uno a uno en el agua, quedando a solas con Luis Rengifo, que siempre decía que “el día que me maree yo, se marea el mar”, una imagen impresionantemente triste la del náufrago remando hacia su compañero mientras este lo llama: “gordo… gordo…”, hasta que ahoga, dejando a Luis Alejandro completamente solo. Me parece que es el verdadero inicio de la travesía.

5. ¿La obra tiene un sentido crítico frente a los medios de comunicación?
Las primeras luces de una posible crítica a los medios de comunicación se deja entrever cuando Velasco por fin recibe ayuda después de haber llegado a tierra y se decepciona al ver que nadie está enterado del accidente, para luego saber que sólo se había hecho una simple mención de lo sucedido en la radio. Acá hay que tener en cuenta que la Naval había ocultado todo el incidente, sin embargo luego de diez días desde que el Caldas tocó puerto en Cartagena, el naufragio hubiera podido desencadenar una investigación periodística a fondo, que nunca se dio.
Otro episodio reprochable es el del reportero de El Tiempo disfrazado de médico, que engañó al hospital y al propio Velasco para conseguir material publicable, que luego fue adaptado de forma deshonesta para contar una historia como no es. Sin embargo es una crítica personal, pues ni Gabo ni Velasco se muestran molestos al respecto, de hecho este último confiesa que toda la situación le hizo sentir admiración por el periodista.
Tiene más sentido crítico con la dictadura del General Rojas Pinilla, cosa que, como explica Gabo en la introducción, le costó la carrera militar a Velasco y casi que la vida al entonces reportero de El Espectador, que se vio obligado a exiliarse luego del cierre del periódico.

6. Opinión personal 
Es sin duda una historia de la que se puede aprender demasiado. Hay que tener en cuenta que es una crónica y que como tal se apoya en herramientas periodísticas y literarias para contar una historia real, lo que hace de Relato de un Náufrago una lectura amena, entretenida, atrapante y extremadamente interesante.
La historia sobre cómo se hizo realmente también me parece maravillosa e incrementa mi interés y gusto, ya bastante amplios, por leer a García Márquez.

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